OPINIÓN GP | RAÚL ZAMBRANO @RauLiLloZQ | DESDE PREFERENCIA
Helena pasó y dejó buena parte de la península con bajas temperaturas, heladas, nevadas y un tiempo muy desapacible. Donde más mella hizo fue en el norte y como premonición a lo que el futuro nos deparaba, al Granada le tocaba visitar El Sadar, el estadio propiedad del Osasuna. En horas anteriores, los operarios del estadio se afanaron en quitar la capa de nieve que había caído sobre la capital navarra.
El Granada tenía que afrontar el partido ante el cuadro de Arrasate, sin las dos piezas titulares e imprescindibles del centro del campo. Este hecho obligaba a Diego Martínez, que volvía a la que fue su casa la temporada pasada, a recomponer el mismo. José Antonio González y Alberto Martín fueron los destinados a sostener el equipo y a dar el equilibrio que sus predecesores en el puesto tan espléndidamente están desarrollando en todo lo que llevamos de temporada.
No fue un buen partido, quizás por la dificultad que siempre ataña el jugar en el Sadar con la afición muy encima. Quizás por las ganas extra del Osasuna de dar un golpe en la mesa y unirse a Granada y Málaga (que empató en La Rosaleda ante el Almería). Un trío de cabeza de alto nivel, aún así se llegó a vestuarios con empate a cero y dejándolo todo para la segunda parte.
En la segunda parte, los rojiblancos intentaron con más idea y más balón el acercamiento a la meta de Rubén, aún así en uno de los arreones del cuadro navarro y tras un mal despeje de José Antonio llegó el gol que a la postre significaba la derrota final.
El Granada anda en una de esas etapas raras en las que no salen las cosas, en las que no se logra marcar y sobre todo, mantener una imagen heterogénea a lo largo de los 90 minutos. El próximo que visita Los Cármenes será el Deportivo de la Coruña, que también anda a la zaga de la clasificación. En ese choque, se espera recuperar a Montoro cuya ausencia se magnifica en el campo, toda vez que Fede San Emeterio retornará al once tras su sanción.
Seguimos líderes, seguimos en ascenso, seguimos arriba … así que Keep Calm y Eterna Lucha.
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La redacción de esta crónica, nada meliflua, no puede ser más acertada a la par que elegante, concreta y concisa. Sin embargo, me permito recordarle al redactor de la misma que el verbo “afanarse” ha de construirse con las preposiciones “en o con”, pero no así con “para”. Sirva esta humilde apreciación nada capciosa o torticera para remarcar lo elevado de su nivel, pues tan sólo adolece de esa pequeña falta que ni siquiera llega a mera mácula.