OPINIÓN GP | FRANCISCO GONZÁLEZ GARCÍA | DESDE EL FONDO DE LA CÁRCEL
Hace unos días falleció Isacio Calleja García, jugador del Atlético de Madrid. En el derbi madrileño de ayer se guardó el clásico minuto de silencio, por llamarlo de alguna manera. Hago referencia de “alguna manera” dado que desde hace tiempo lo del minuto de silencio, ni es minuto ni hay silencio. Lo del tiempo quizás sea lo menos importante, pueden ser cuarenta segundos o treinta, es el árbitro el que lo controla; sin embargo lo del silencio me resulta asombroso. No sé en qué momento se decidió que había que poner una música de fondo durante esos momentos, ni tampoco tengo muy claro la razón. Supongo que algunos descerebrados gritarían en algún homenaje de ese tipo, ya sabemos que en la masa siempre se oculta algún mal educado, por ser suave en el calificativo. Y la solución parece que es poner música de violoncelo, violín y/o flauta. Habría que llamar minuto de recuerdo y olvidarnos del silencio. Y yo propondrían entonces un minuto de recuerdo y aplausos de homenaje. ¿No se hace en algunos campos durante el juego cuando se llega al X minuto y en recuerdo de algún jugador fallecido en situación trágica?

Cuando conocí la muerte de Calleja y aparecieron algunas de sus imágenes como jugador me vinieron a la memoria los cromos del futbolista. Aquellos cromos que coleccionaba en los últimos años sesenta, con el Granada CF en primera división. La imagen de Calleja era fija. Era de aquellos jugadores que siempre estaban fijos en su equipo. Verdad era que por aquellos años los cambios de equipo no eran tantos como ahora, pero Calleja siempre estaba con los rojiblancos del Atlético de Madrid. Lo podías tener repetido de un año para otro, siempre te valía. Era un cromo fijo. Isacio era un jugador de aquella época en que un futbolista era fiel a unos colores, aunque no se ganaran títulos o se hubiera de soportar la sombra de otros grandes.
Hoy se estilan otros jugadores. Hoy el estilo es el del jugador que va de un club a otro buscando más títulos o ir al país donde se pagan menos impuestos o donde la hacienda pública no te da latazo o donde te sientes el mejor y nadie te hace sombra.
Dirán ustedes que no es comparable aquellos años con los de ahora. Por supuesto. Antes y ahora había cromos. Y antes y ahora los jugadores eran humanos y tendrían sus defectos, pero me cuesta creer que lo de ahora sea muy normal. Jugadores que se declaran culpables de delitos fiscales, vamos que nos roban a todos, y entran y salen firmando autógrafos de los juzgados.