Los rojinegros se colocaron por delante, incluso en el último cuarto, pero un parcial de 0-12, comandado por Facu Campazzo, declinó la balanza
REDACCIÓN GRANADA POLIDEPORTIVA | Felipe Bazán
Hoy es de esos días que se acude al Palacio de Deportes con la sensación de ilusión y de disfrute con un deporte como el baloncesto y un equipo de corazón rojinegro, Coviran Granada. La visita de todo un Real Madrid a la ciudad de la Alhambra, ya es síntoma de removerse por dentro del aficionado y la opción de reivindicarse en la ACB.
El momento, de cara a la clasificación de los pupilos de Pablo Pin, no es el más adecuado, incluso agravada por la baja de última hora de Joe Thomasson para el envite de esta matinal de domingo. Habrá que esmerarse y unirse aún más. Seguro que compromiso y ganas no le faltan a todos los componentes de la Fundación CB Granada. El respetable va llenando los asientos de la instalación del barrio del Zaidín, el cartel de ‘No hay billetes’ colgado. Los tres últimos minutos de calentamiento con mucha intensidad en la pista y en las gradas. El cántico ‘Vamos mi Granada, vamos campeón’ tras un himno entonado por la grada con entusiasmo.
El quinteto de guerreros formado por Costa, Kramer, Tomàs, Cheatham y Felicio a darlo todo. El salto inicial incontestable para los madridistas, al hacer valer su altura Edy Tavares ante el carioca Crisitiano. El Coviran Granada arranca incisivo en su defensa y consigue hacerse con la posesión. El primer ataque granadino lo intenta desde el triple Lluís Costa sin acierto en la transición posterior. Las mirillas aún no están bien baremadas y se producen acciones de tiro sin éxito en ambos conjuntos. El francés Fabien Caseur, que había sido de la partida, rompe la dinámica con su primer triple, con un minuto y quince segundos registrados en el luminoso. Con anterioridad, los árbitros señalaron la primera falta del center brasileño. El alemán David Kramer daba rienda a su muñeca sin convertir desde el 6.75 aunque se resarció con un espectacular tapón a Caseur. La transición era convertida por el americano Kwan abriendo la lata local y de tres. Un pase por la espalda precipitado del base de Sant Just Desvern era aprovechado en la jugada siguiente por Campazzo para penetrar 3-5. Se abría el tarro de las esencias del base argentino. La respuesta inmediata de Pere Tomàs pisando la línea de tres. El intercambio de errores primero y aciertos después era la tónica del duelo. El Facu y Dzanan Musa en los madridistas y Costa ayudado por Felicio en los anfitriones, aportaban puntos a sus equipos. Se había consumido prácticamente el ecuador del cuarto inicial con 10-10.
El momento del ‘zurdo elegante’ Caseur establecía un parcial de 0-6 con dos triples consecutivos. A Coviran se le había estropeado el radar, con fallos en el tiro exterior, básicamente y alguna pérdida no forzada. Una de ellas conllevó un contraataque del bosnio Musa, 10-18 a falta de 3:40. El técnico granadino detenía el envite con un tiempo muerto. La sangría de ese momento, no se solucionaba y en una nueva contra el propio dorsal 31 blanco otorgaba la decena de ventaja para el Real Madrid 10-20. Ante la baja de Thomasson, por una dolencia en su rodilla, el germano Kramer tendría más presencia en pista. Desde el 6.75 daba algo de oxígeno a los suyos. La respuesta de un inspirado Caseur, 3/3 desde el triple en esos momentos. Una pedrada desde la misma línea de un precipitado Cheatham, los primeros y únicos puntos de Tavares dejaba el resultado en 13-25 y por jugarse 1:21. Un tiempo que desaprovecharon ambas escuadras para seguir sumando.
El segundo acto comenzaba con un enceste debajo del aro de Cristiano Felicio. Los visitantes con un banquillo amplio y una rotación de calidad, aprovechaban el momento de Alberto Abalde y Vincent Poirer 15-29. El mago Costa, quizás el mejor de los rojinegros, anotaba dándole una parábola extraordinaria a la pelota para evitar el tapón. El internacional nacional Abalde otorgaba la máxima ventaja para su bando desde el triple 17-32 y parecía que el partido se había roto definitivamente. El carácter de Coviran Granada tenía el sello de Lluís Costa y Germán Martínez. A falta de 7:38 minutos la desventaja quedaba en once puntos. La reacción de los anfitriones quería tener continuidad y un acierto en transición desde el 6.75 de un combativo Germán daba vida 24-33. El parcial de 7-1 obligaba a Chus Mateo a utilizar uno de sus tiempos muertos, a falta de 7:01 para el descanso. El parón lo aprovechaba Granada para colocarse en defensa zonal, lo que sorprendió a los visitantes. Sergio Llull muy forzado erró su lanzamiento y David Kramer en la transición, anotaba un nuevo triple con 6:12 por delante. El experimentado Llull insistía para anotar desde el 6.75 y rondar la decena de ventaja 27-36. A partir de aquí, apagón generalizado en los dos conjuntos en su capacidad de creación y culminación. Las defensas eran superiores a los ataques, algunas imprecisiones y malas decisiones hacían que el cronómetro avanzara sin puntos que celebrar y ya sólo quedaba 1:30.
Un doble esfuerzo de Mario Hezonja y Caseur con fallos en el tiro exterior caían en las manos de Tavares en el rebote ofensivo. A la tercera tentativa, Campazzo ponía fin a la sequía 27-38. Una acción individual entrando hasta la cocina de Costa, daba otro dos puntos a Coviran y un nuevo arreón (parcial de 7-2), para dinamitar al graderío apoyando a los suyos. Los dos tiros libres convertidos por Evaldas Kairys, dejaron una ‘delicatesenn’ de Hezonja sacando en largo desde el fondo para Musa que sorprendió al conjunto nazarí. Un triple a tablero de Kwan Cheatham situaba en el marcador el 34-40. El técnico madridista quería diseñar la última jugada a falta de 11.6 segundos. Dzanan Musa desde la esquina buscaba el triple sobre la bocina. La bola no entró pero el bosnio solicitaba enérgicamente falta personal. Los equipos a vestuarios, con la renta de seis puntos para los visitantes.

La vuelta del descanso comenzaba con posesión local. Una circulación colectiva solvente y David Kramer demostraba su mecánica rápida de tiro desde el triple 37-40. Un robo desde la defensa de los chicos de Pablo Pin, se culminaba con una transición Costa-Felicio y anotación del carioca. El Palacio de Deportes y su gente iba a disfrutar de otro encuentro desde ese momento. Una acción individual de calidad de Musa con un 2+1 quería establecer el orden en el Real Madrid con un minuto y dos segundos jugados del tercer cuarto. Los estiletes de Coviran eran el trabajador y experimentado Pere Tomàs secundado por el escolta Kramer. Un intercambio de canastas dejaba el empate a 51 en lo más alto del pabellón deportivo. El entrenador Chus Mateo no lo veía claro ante el empuje formado por el binomio ‘afición-jugadores’ con aroma granadino y solicitaba tiempo muerto a falta de 6:00 minutos. El Facu Campazzo tiraba de pillería y sacaba tres tiros libres por la cuarta personal de Kramer. La acción muy discutida por el respetable. Los locales notaban que era su momento, Kwan veía aro desde la línea de 6.75. El ritmo muy alto causando también errores en ambos lados. El estadounidense Cheatham estaba caliente y volteaba el luminoso a favor de Coviran Granada 56-54, con 4:10 por delante. Incluso tuvo lanzamiento para estirar más la ventaja local aunque falló.
El omnipresente Campazzo, ¡que nivel, que clase! acertaba desde el 4.60 e igualaba de nuevo la contienda 56-56 y el crono parado en 3:20. Musa, un gran lugarteniente daba ventaja a los madridistas tras error de Kwan. El pívot lituano Evaldas Kairys, quizás en sus mejores minutos de la temporada, sumaba un rebote ofensivo que le otorgaba la opción de dos tiros libres (58-58) y ya 2:14 minutos de juego del tercer parcial. El poderío en la pintura la confirmaban tanto Poirer como el propio Kairys con sendos mates. Mario Hezonja a la media vuelta establecía la ventaja merengue 60-62. Un último minuto de locura con parcial de 5-0, gracias al triple anotado por Germán Martínez y una penetración del rayo canario Christian Díaz. Los menos habituales aportando y de que manera. Todo se resolvería en el cuarto final y esa pequeña ventaja de Coviran 65-62.
Los decisivos diez minutos ya llegaban a la instalación del barrio del Zaidín. La ilusión, la animación constante desde la grada y el entusiasmo querían tener su recompensa ante todo un Real Madrid. Los visitantes apretaban en el arranque con un triple de Hezonja. La defensa madridista sube enteros y Coviran Granada consume la posesión de 24 segundos sin lanzar. El quinteto dispuesto por Pablo Pin ajustaba bastante bien atrás. Un ‘alley-up’ convertido por Cristiano Felicio con tiro libre adicional no aprovechado por el brasileño. El francés Poirer hundía el aro con un mate y marcador parejo 67-67 y 7:47 por disputarse. El descaro y la fabulosa muñeca de Christian Díaz convertía desde el triple pero la rápida respuesta de Facu Campazzo equilibraba de nuevo la balanza a falta de 6:32. Quizás fue el punto de inflexión y una acción determinante en el devenir de los acontecimientos.
El nerviosismo y el exceso de revoluciones fueron un enemigo más en esos minutos posteriores. Gaby Deck desde el tiro libre y Poirer tras asistencia de otro mago como ‘Facu’ daban cuatro de ventaja para el Real Madrid. El técnico Pablo Pin solicitaba tiempo aunque no podía parar el vendaval merengue, con un triple del croata Mario Hezonja y un mate de concurso con la mano izquierda de Musa, tras pérdida de Felicio. El parcial ya era de 0-12 y Pin consumía sus tiempos muertos 70-79. El cronómetro aún daba opciones a Coviran aunque el palo psicológico había sido grande. El germano David Kramer encontraba soluciones con penetraciones en la zona. Sergio Llull quería también su distinción y Campazzo seguía dando lecciones en la dirección y la anotación, con 32 minutos totales en pista sin apenas relevo. Una buena acción de Kwan Cheatham con un 2+0 tras no aprovechar el tiro libre adicional, dejaba la contienda en siete abajo, 76-83. El triple final de Germán Martínez no tuvo premio sobre la bocina.
El público que abarrotó las gradas del Palacio de Deportes, agradeció el esfuerzo y gran partido de los suyos ante un Real Madrid incomodado por los anfitriones. El líder de la competición supo mantener la condición de invicto e imbatido en la ACB. El Coviran Granada demostró un buen rendimiento colectivo y buenas prestaciones en sus componentes, cuerpo técnico incluido. La mejoría hay que hacerla extensiva y visible en los próximos compromisos e intentar recuperar al ‘tocado’ Joe Thomasson, ausente en el día de hoy.
FICHA TÉCNICA
Coviran Granada: Cristiano Felicio (10), Kwan Cheatham (13), Lluís Costa (9), Pere Tomàs (9) y David Kramer (16) – quinteto titular – Artur Konontsuk (0), Germán Martínez (8), Evaldas Kairys (6) y Christian Díaz (5).
Real Madrid: Facu Campazzo (21), Fabien Causeur (12), Gaby Deck (6), Edy Tavares (2) y Dzanan Musa (15) – quinteto titular – Rudy Fernández (0), Alberto Abalde (5), Mario Hezonja (8), Vincent Poirier (9), Sergio Llull (5) y Eli Ndiaye (0).
Parciales: 13-25, 21-15, 31-22 y 11-21.
Árbitros: Juan Carlos García Sánchez, Arnau Padrós y Yasmina Alcaraz.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada de competición en la Liga Endesa. Un nuevo duelo de la temporada 23-24 disputado en el Palacio Municipal de Deportes en Granada ante 8014 espectadores (cifra oficial facilitada por la entidad rojinegra)





